Zonas francas

Los promotores de la zona franca creen que, al aprovechar las industrias y servicios que se han desarrollado en la ciudad y las nuevas tendencias del comercio internacional, Bogotá puede alcanzar al menos el promedio de US$350 de exportaciones por habitante que tiene el país.
Estas proyecciones se fundamentan en tres áreas de actividad. En primer lugar están los "macroproyectos", como la bolsa de Flores y la de Esmeraldas y el Centro Textil y de Confecciones. Segundo, los proyectos para pequeña y mediana industria. Y, tercero, la creación de centros de logística y de importaciones que permitirían atraer hacia Bogotá centros andinos de consolidación de materias primas y de servicios.
La Bolsa de Flores ya tiene negociado el terreno en la zona franca. Su objetivo es darles servicio de valor agregado a los pequeños y medianos floricultores de la Sabana, para permitir que participen en las ganancias que se obtienen con un mayor desarrollo del mercado. Mientras las exportaciones de flores colombianas a Estados Unidos suman unos US$500 millones, cuando se convierten en ventas al minorista la suma se dispara a más de US$6.000 millones, explica Siccard. El objetivo es conquistar un creciente porcentaje de ese margen. Además de darles valor agregado a las flores, el otro atractivo de la Bolsa es consolidar un centro de importación de materias primas, que permitiría mejorar la competitividad de los exportadores colombianos (cero arancel, cero IVA).